viernes, 4 de noviembre de 2011

Federico García Lorca

La Guerra Civil truncó una gran carrera literaria

Fuente Vaqueros, 5 de junio de 1898- Víznar / Alfacar, 18 de agosto de 1939. Poeta, dramaturgo y prosista, de Granada. 
Perteneció a la llamada Generación del 27. Es considerado el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. En su poesía utilizaba símbolos como la luna, el agua, la sangre, el caballo y su jinete, las hierbas, y los metales (armas blancas). 
Al instaurarse la II República española, se le encargó la co-dirección de la compañía estatal de teatro La Barraca.  De entre sus obras, citamos: 
La casa de Bernarda Alba
Mariana Pineda
Yerma
Poeta en Nueva York
Sonetos del amor oscuro

6 comentarios:

  1. En el año 1983, ya nos hablaba la profesora de párvulos de Federico. Por ello es seguramente el primer escritor del que he oído hablar. Ahora, 32 años después me pregunto hasta donde habría llegado este hombre si hubiese durado 30 años más. Es impensable.
    Soy Juan M. Alberto. Natural de Grazalema.
    A finales de agosto sale mi primera novela. Editada por la editorial granadina Dauro. Una obra epica-fantástica. No soy escritor pues siempre se dijo que se empezaba a serlo cuando se tenían tres novelas en la calle.
    Como ya sabréis, los tiempos están malos para todo, para todo menos para ese watssap del diablo, así que, como ya no podemos aspirar ni ha sacar para los bolis, espero que al menos vosotros sepáis de este "lanzamiento" y a ver si así, consigo que la leáis alguno. Sería un honor que lo hiciera el autor de este digno blog..
    Deciros que es una obra un tanto arriesgada y no por polémica. Saludos y gracias por leerme (al menos aquí).

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  2. En el sur: un título con connotaciones reales y mágicas. El sur implica estío, fiesta, incongruencia, desesperación, intensidad, abotagamiento y en el sur es donde la historia se sitúa y donde los personajes hacen acopio de su propia realidad de ser. En el sur el drama se encuentra consigo mismo, se hunde y resurge como si nada de lo acontecido hubiese pasado. Este sur no es otro que Sevilla y sus alrededores, que se desplazan por el Guadalquivir sin más fronteras que las de la mente.
    En cuanto al género literario, se supone que tendría que ser una novela y, no una nivola unamuniana, ni un diario republicano salido de las manos de Azaña, ni un ensayo filosófico que siguiera los pasos de Nietzche o de Schopenhauer, aunque mucho tenga de Zubiri y de algún que otro estoico y cínico, ni se trata de descripciones paisajísticas del tipo de Camus, ni una realidad mágica contrapuesta a un Macondo, siempre cansino y desesperado. Tampoco es una teoría artística, ni la suma de tradiciones literarias, aunque mucho de ello se encuentre. Ni por ser, es crítica musical, porque al fin y al cabo, la narración exige la presencia de todos ellos y a todos ellos les debe el reconocimiento aportado por la tradición.
    La historia ha querido ser ficticia y real a la vez. Ficticia porque ha de ser construida de nuevo, palabra a palabra, sentimiento a sentimiento, pudiendo quitar y poner el autor según su antojo. Real porque expone lo que se da en un lugar y un tiempo y, aunque participen en ella algunos personajes, se corresponde con las experiencias de las cuales todos sabemos y en la que nos vemos reflejados de una manera u otra. Por ello es universal y particular y, por eso también, es plenamente contradictoria, dando a lo real un valor simbólico y a lo simbólico un valor real y, no es mero juego de palabras, aunque en nuestro relato el culteranismo-conceptismo lo usamos reiteradamente.
    Si el tema es el amor o el desamor, el consuelo y el desconsuelo, el orgullo y la humillación,las bajas pasiones y el universo de los principios, el misticismo o la procacidad, la monotonía o el placer de los sentidos, lo dejo a vuestro libre albedrío. Sí, hay un hilo argumental que se mezcla con otros mil, confundiéndose y confundiéndolo todo. Las disgreciones son un factor importante a tener en cuenta porque obedecen a la propia idiosincrasia de la obra, ya que es así como suele funcional la vida en un discurso. No se trata de narrar una historia, sin o contemplar en compulsión cientos de ellas, para rendir homenaje, no sólo a la memoria personal, sino a la cultura diversa y aparatosa a la que estamos ligados y que en sí, ya es suficiente recompensa.
    ?

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  3. El estilo pasa de un barroco obsesionado, contradictorio, conceptista en la forma y en el fondo, a otro ligero y coloquial, tal vez cansino, reiterado y repetitivo, pero así la ficción se transforma en realidad y así me he propuesto escudriñarla. El diálogo con el lector está presente como una señal más de la literatura, porque la propia literatura es una conversación con el otro, ocupe el lugar que ocupe. Así,como obligaban los clásicos, al lector se acude para llamarlo por su nombre, aunque solo sea con una referencia concisa, con pronombres y adjetivos. Quizá esta manera, un tanto barroca, nos sirve para volcar la literatura en la vida de cada cual, convirtiendo por un momento una página
    de la novela en la vida del lector y a la literatura en realidad existencial. Y, si después del llamamiento, le describes lo intrínseco de la realidad, aquello que es y no es al mismo tiempo, le mantienes la desazón con la que comenzó a leer la obra, le despiertas la curiosidad para seguir comprendiendo el transcurso de las cosas, de los acontecimientos y transformas una historia general en episodios cotidianos de la vida misma, algo ya has conseguido pues, más que contar o narrar, quiero convertir la literatura e una realidad por sí misma, que deja lo secundario de las cosas de lado preocupándose por un sentimiento más profundo, indeleble e inequívoco, que a todos nos lleva al hundimiento y a todos nos incorpora de nuevo con su astucia. Por eso, la literatura es el lugar ideal para captar y describir, no las formas, ni las cosas, sino la esencia misma de la vida.
    En cuan to al tiempo,la sucesión de días y meses posee un carácter cíclico, de devenir. Todo puede cambiar en un día y en una hora. Si la realidad no cambia acude la ficción a rescatarla. Esta argucia permite mezclar los tiempos y las secuencias y, al pasado le sigue el presente que, ha dejado de ser presente en un instante para convertirse en pasado, sea cercano o lejano y, cuando vuelve a ser presente para volcarse hacia el futuro, ya no sabe si el porvenir es presente, futuro o pasado pues, por mucho que concibamos el tiempo de forma cíclica, es más una espiral que se retuerce obre sí misma ahuyentando cualquier concepción lógica, aunque frente a la pantalla del ordenador siempre hay motivos para la esperanza.

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  4. Los personajes siempre son modelados siguiendo los contornos de la realidad próxima, como si los hubiese estado buscando por la calle para meterlos dentro de la literatura. Son particulares y universales al mismo tiempo. Se perfilan como ellos mismos quieren y esa forma de ser es la que traigo a colación. El personaje principal habla en primera persona y se deja llevar por su antagonista al que quiere convertir en principal. El resto de los personajes asume papeles preponderantes en circunstancias determinadas. Despiertan simpatías o recelos según el carácter que muestren en cada momento. Coléricos, flemáticos, racionales, dubitativos, hipócritas, irresolutos, envidiosos, paranoicos...Un amplio espectro del carácter humano. Si no es una autobiografía ¿qué lugar ocupa el autor? Y si lo es ¿cuál?. Podríamos argumentar que todos los personajes son el autor, hasta el narrador en primera persona, que al igual que el resto de los personajes son, todos y cada uno, imagen y semejanza del autor. A veces se desespera y deja de contar con ellos. Ora los mata, ora los abandona al final de cualquier historia destartalada. Algunas veces el rechazo se convierte en una anécdota pasajera y los vuelve a retomar como si de un creador todopoderoso se tratase. Otras veces quiere convertir a los autores citados en verdaderos personajes de la obra pero, el elenco es tan grande que las miríadas saldrían despavoridas para introducirse en el sueño de un bibliotecario de Alejandría o en las páginas del Aleph de Borjes.
    En cuanto a la música,se escucha largo y tendido. Tanto cuando se desarrollan los acontecimientos persiguiendo sus formas, tanto cuando produce emoción al tiempo en que leemos. El factor musical ha sido primordial en la composición y desarrollo de la obra. La música se convierte en literatura, no solo por el tránsito de nombres de autores y de obras, sino porque el sentimiento musical produce pasajes íntimamente relacionados con el argumento. Y de los autores, filósofos, escritores, poetas, pintores, escultores ¿qué podríamos decir? Fluyen entre las palabras dando profundidad a sus significados y dignificando el texto, inmerso en una tradición cultural rica en dichos, pensamientos, sentencias, imágenes, formas, trazos, iconografías, sentimientos, ya que toda palabra, por áspera que sea, expresa alguna idea que es mía porque la he tomado de ellos y en ellos se ha depositado la tradición.

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  5. El tema se metamorfosea como una ola que viene y va. Se concentra, se obsesiona, se agría, vuelve a constreñirse y se esparce para acabar diluyéndose. El sentimiento es así: asimétrico. Una relación afectiva no satisfecha; la sublimación de una idea y la depresión más abyecta. El amor transitando hacia el odio para terminar en el olvido. Que sea cualquier tipo de amor es lo de menos. Certificar la
    orientación sexual en el amor es de otra época y de otro tiempo ya vencido, si de literatura queremos seguir hablando. Del poder, de la consideración social al hundimiento solo media un instante de desesperación que se multiplica en la precariedad del vivir cotidiano. No cobrar, no ver horizontes, ser un parado más te convierte en un Sísifo a punto de despeñarte, al tiempo que se despeña la quimera del orgullo que un día poseíste y que te dice: fracasaste. El elevamiento y la caída son caras del amor y desamor, del triunfo y del fracaso, del prestigio y de la terrible soledad. Se comunican entre sí como en el rostro de un Jano bifronte, por la testuz. Realidad frente a irrealidad, razonamiento frente a paranoia. Si los personajes muestran tipos de ser y la realidad es contradictoria, el tema no puede ser otro que la vanidad de la vida pues, todo fluye, todo pasa en un devenir inseguro pero cierto, a veces desquiciante, a veces certero. Por eso, los recuerdos aparecen trastocando el argumento. Lo marean, confunde a los personajes reales con los de ficción, al lector con el escritor y, hasta el editor, en este caso editora, después de tanto esfuerzo, sale malhumorado con tanto intrincamiento, que aburre unas veces y otras produce hilaridad, pero a nadie deja indiferente porque, ¿acaso no estamos acostumbrados a ciertas dosis de locura

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  6. Muchas gracias.La novela se presenta en Madrid el viernes 19 de 2015

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